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Publicado: 10/01/2020
Hubo una época en que la gente no tenía que hacer reparación de lavadoras en el Barrio del Pilar. El motivo es sencillo: no existían. Se piensa que la primera patente de lavadora se desarrolló en Gran Bretaña en el año 1690, pero la generalización de este instrumento no fue hasta tiempo después. En Europa, por ejemplo, se convirtió en un artículo común a partir de la Segunda Guerra Mundial. Hasta entonces, la mayor parte de los europeos lavaba sus prendas a mano y después las dejaba al sol para que se secaran.
¿Te imaginas vivir una semana sin lavadora? Probablemente no sabrías cómo hacer. Quizá te vendrían a la cabeza varias preguntas: ¿la ropa se limpia con gel o con jabón natural?, ¿cómo se frota la ropa? Todas estas dudas son normales, pues pocas personas tienen experiencia de lo que supone la limpieza a mano. Y eso que ahora sería mucho más fácil, pues lo habitual en muchos hogares es tener agua en las casas. Hubo una época en que ni siquiera eso era común. La gente tenía que ir a lavar sus prendas al río, lugar que, dicho sea de paso, era un punto de encuentro de las personas, es decir, sería como el centro comercial de la época.
Por suerte, nosotros podemos disfrutar de una lavadora y, en el caso de que se estropee, podemos acudir a un servicio de reparación de lavadoras en el Barrio del Pilar. El ahorro de tiempo y la calidad de vida que ha aportado este aparato es inimaginable. Gracias a él, podemos disfrutar de una cena sin preocuparnos de si nos hemos manchado mucho o poco, pues pensamos: "ya lo limpiará la lavadora". Este magnífico instrumento ha permitido también que muchos padres puedan disfrutar tranquilos viendo como sus hijos se manchan de barro en un parque.
En Ruimorma te ayudamos en la reparación de tu lavadora.